Conocida también como "aislamiento de fibra de vidrio", la lana de vidrio es una opción popular para el aislamiento térmico y acústico en edificios residenciales y comerciales. Hecho de campos de fibra de vidrio hilada, este material es ligero, flexible, no inflamable y resistente a la fatiga. Al atrapar bolsas de aire, la lana de vidrio proporciona un aislamiento eficiente, reduce la emisión mundial de dióxido de carbono para calefacción y ahorra a los estadounidenses miles de dólares en gastos de propietarios. También actúa como un valioso absorbente de sonido capaz de reducir la contaminación acústica en los edificios a su alcance. La versatilidad del material significa que se puede utilizar en muchos frentes: como aislamiento para paredes y techos, contribuyendo año tras año a la eficiencia energética de un hogar, así como al confort de sus ocupantes.