Con esta capacidad, las vigas en I pueden soportar completamente una transferencia efectiva y eficiente de las cargas soportadas por los elementos de construcción. Esto significa que tienen un alto momento de inercia, una capacidad para resistir fuerzas que las doblan, incluso bajo cargas masivas. Esto hace que las vigas en I sean los componentes elegidos en aplicaciones estructurales tradicionales como vigas, columnas y arcos. Las alas y el alma juntas representan la mayor parte del acero de las vigas en I. Este arreglo lleva las partes más cargadas hacia adentro, donde más se necesitan: resistiendo la flexión.